La economía circular como oportunidad medioambiental, tecnológica y productiva

La Semana de Medio Ambiente de San Javier celebró hoy una Jornada sobre "Tecno-optimismo. Tecnologías para un modelo de economía circular" basadas en la relación de la tecnología y el medio ambiente

La relación entre tecnología y medio ambiente ha centrado las jornadas "Tecno-optimismo. Tecnologías para un modelo de economía circular" que se han celebrado esta mañana dentro del programa de la Semana de Medio Ambiente que ha organizado la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Javier, a propuesta de Rafael López Peña , voluntario del Banco del Tiempo de San Javier.

El concejal de Medio Ambiente, Antonio Luengo, recordó, en la apertura de las jornadas celebradas en el salón de actos del edificio municipal de Usos Múltiples, que la economía circular propone un nuevo modelo que optimiza y utiliza los flujos de materiales, energía y residuos con el objetivo de hacer un uso eficiente de los recursos en sintonía con la lucha contra el cambio climático.

En contraposición a la economía lineal (extracción, fabricación, utilización y eliminación), el sistema circular propone que el producto debe ser diseñado para ser deconstruido de manera que los residuos se puedan convertir en materias primas. El desarrollo de este sistema implicaría la reorientación productiva de los países, y ayudar a disminuir el uso de los recursos, a reducir la producción de residuos y a limitar el consumo de energía.

Francisco Victoria, experto en cambio climático, del Servicio de Fomento de Medio Ambiente y Cambio Climático, de la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, de la Región de Murcia, inauguró las ponencias afirmando que "ya nadie duda del cambio climático" y citó como ejemplo "medido y probado", el incremento del nivel del mar " de medio centímetro al año", debido a los gases de efecto invernadero.

Reducir sus emisiones es la única solución para Francisco Victoria en todos los campos productivos, y centrándose en la agricultura señaló que sus emisiones proceden en un 50% de productos como el óxido nitroso, en la tierra, y un 50% por la utilización de combustibles fósiles en maquinaria y medios de transporte del producto.

Otra solución es la de retener el máximo tiempo posible el carbono, haciendo de "sumidero" como ocurre en la agricultura, a través de los árboles, o del suelo. Francisco Victoria puso de ejemplo un invernadero que visitó en El Mirador, donde una vez retirada la cosecha de pimientos, el resto de elementos vegetales se trituraba para volver de nuevo a la tierra, sin que se llegue a producir su emisión.

De invernaderos, "Cien por cien autosuficientes" también habló el segundo ponente, Pablo Carbonell, de Ecoproyectoa. Manuel Sánchez, de Himoinsa, empresa multinacional, ubicada en San Javier y dedicada a la fabricación de generadores, habló de los nuevos modelos híbridos hidrógeno/biogás fotovoltaica. De motores de hidrógeno/biogás habló también José Hernández de la Universidad Politécnica de Cartagena. La última ponencia estuvo dedicada a las baterías de grapheno, con Mario Celdrán, de Graphenano Grabat.

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