El equipo de Gobierno sacará a exposición pública en los próximos días el estudio de viabilidad y el anteproyecto de un aparcamiento público subterráneo que ofrecerá más de 200 plazas, junto a la explanada Barnuevo, en el centro de Santiago de la Ribera “para que los vecinos puedan conocerlo y presentar cuantas alegaciones, o sugerencias estimen oportunas”, explicó el concejal de Obra Pública Pedro Muñoz.
Muñoz antepuso la decisión última expresada de forma mayoritaria por los vecinos de Santiago de la Ribera para la ejecución de este proyecto, aunque tal y como explicó la Alcaldesa Pepa García en el Pleno, ya se han celebrado reuniones previas con todas las asociaciones vecinales y comerciales de Santiago de la Ribera “que han mostrado su apoyo a esta iniciativa”.
El aparcamiento evitará la explanada Barnuevo junto a la playa, y ocupará la zona que va desde el paseo Colón, incluido, hasta el frente construido. El aparcamiento tendrá su acceso desde la avenida Sandoval y se extenderá por el frente marítimo hasta las inmediaciones de la Academia General del Aire. La obra incluye la adecuación urbanística y reposición de iluminación, mobiliario y jardinería en superficie.
Las obras que podrían empezar a ejecutarse después del próximo verano, han dado su primer paso con la aprobación por el Pleno de la tramitación del Estudio de Viabilidad de la Concesión de Obra Pública para su construcción y explotación, con el voto favorable del equipo de Gobierno y grupo popular y en contra del grupo independiente.
El edil de Obras Públicas, Pedro Muñoz ha señalado el problema “acuciante” de aparcamiento que presenta Santiago de la Ribera y la voluntad del equipo de Gobierno por darle una solución “por lo que se consideró de gran interés el proyecto que en este sentido presentó la mercantil Soluciones Solventes Urbanas, S.L.”, cuyos detalles se expondrán al público.
La demanda de un aparcamiento público en el centro de la localidad, viene de lejos, sobre todo por parte de las asociaciones de comerciantes que retomaron con fuerza su reivindicación tras la peatonalización del frente marítimo que conllevó nuevas dificultades de acceso al centro urbano, donde se ubican la mayoría de los comercios, y dificultad a la hora de estacionar, especialmente en la temporada turística.