Paloma San Basilio, una de las voces más importantes de la canción en España y precursora de los musicales en nuestro país, actuará mañana miércoles en el Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier donde ofrecerá una de los conciertos de la gira "Hasta Siempre" con la que se despide de su público tras una carrera de 40 años.
Siempre elegante, con un espectáculo impecable, y la misma voz y carisma de siempre sobre el escenario, Paloma San Basilio se despide haciendo balance de una larga y exitosa carrera, desde sus comienzos en los años 70 hasta la actualidad sin dejar de interpretar ninguno de sus grandes éxitos, como "No llores por mí Argentina" de la ópera rock "Evita" que tanto supuso en su carrera y que abrió, en 1980, el camino de los musicales en España.
Paloma San Basilio que inició el pasado 7 de julio su gira "Hasta siempre" en España, después de una extensa gira de despedida en América, concibe este espectáculo de manera generosa narrando al público los entresijos de su carrera hilvanando los temas que interpreta con las historias que las rodearon, y con recuerdos a personas como Juan Carlos Calderón, autor entre otros muchos temas de "La fiesta terminó" con el que representó a España en Eurovisión en 1984.
Temas como "Beso a beso, dulcemente" o "Juntos" no faltará en este repaso alegre y optimista a los años por los que transcurrió una carrera plagada de éxitos como más de 30 discos, la mayoría Oro y Platino tanto en España como en Amércia.
También estarán muy presentes los musicales de los que dice haber aprendido todo. Desde la versión del tema "Memory" del musical "Cat" que incluyó en su disco "Dama", a títulos que protagonizó en España como "Víctor o Victoria"(2005), y "My Fair Lady"(2001) y "El hombre de La Mancha" (1997), los dos últimos, junto a José Sacristán.
Las condiciones vocales de Paloma San Basilio le han permitido asimismo experimentar con autores y estilos diversos, así como compartir escenario con Plácido Domingo o José Carreras, y cantar en el mismo Anfiteatro de Mérida.
Paloma San Basilia afronta esta despedida con las dosis justas de melancolía , feliz por haber vivido una etapa como la que ahora cierra, e ilusionada por abrir otra en la que entre otras cosas, podrá dedicarse en cuerpo y alma a otra de sus pasiones, la pintura.