Devolución de tortugas bobas al mar en la playa Ensenada del Esparto de La Manga del Mar Menor

La playa Ensenado del Esparto, de La Manga del Mar Menor, San Javier, fue ayer el escenario de la devolución al mar de diez ejemplares de tortuga boba de los nacidos el pasado verano en La Manga. Tras algo menos de un año de cría en cautividad fueron finalmente liberadas tras alcanzar un peso y desarrollo suficiente para ser devueltas al mar en condiciones adecuadas de supervivencia, explicó el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo presente en el acto al que también acudió la 1ª teniente de Alcalde de San Javier, María Dolores Martínez.

María Dolores Martínez, que participó en la devolución al mar de una de las tortugas, mostró su satisfacción por acoger en las playas del municipio este tipo de acciones y recordó que San Javier está comprometido con la campaña Territorio Tortuga de la Dirección General del Medio Natural desde sus inicios para preservar la tortuga boba, poniendo a disposición de la campaña los servicios de Policía Local, limpieza y mantenimiento de playas y Protección Civil que participan en las labores de detección de rastros o nidos en las playas.

La puesta de 2020, con 102 huevos

El pasado verano tuvo lugar la segunda puesta de tortuga boba documentada en nuestra Región, en la playa de la Cala del Esparto, en La Manga, que fue uno de los once nidos detectados esa temporada en las costas españolas.

El nido contaba con 102 huevos, de los que se descartaron dos desde el principio y se trasladaron diez al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Comunidad Autónoma en ‘El Valle’ para su incubación, manteniendo otros 90 en la playa, en un nuevo nido situado a 500 metros de la puesta original, en una zona más apta para su desarrollo, colocando un dique de contención para protegerlo del oleaje en caso de temporal. Además, se cercó la zona y se balizó un perímetro alrededor como medida de protección, y se contó con vigilancia permanente.

Después de 50 días, eclosionaron tres huevos de la incubadora. Los otros siete huevos no presentaron ningún tipo de desarrollo embrionario. Pocos días después, se produjo una primera emergencia masiva de 40 individuos. Se mantuvo la vigilancia durante tres días más, emergiendo otras cuatro crías, hasta un total de 47.

Posteriormente, se procedió a la exhumación y estudio del nido por parte de técnicos de la Dirección General del Medio Natural y del Centro de Recuperación ‘El Valle’, con el resultado de 44 cáscaras de huevo correspondientes a las crías nacidas, un huevo con la cría casi a término, pero muerta, y 45 huevos más sin fecundar o desarrollar. Todo el proceso, desde el inicio, pudo ser seguido en directo gracias a la instalación de unas cámaras en el nido.

Todas las crías nacidas, tanto en playa como en el Centro de Recuperación, pasaron al programa de Headstaring, fueron trasladas, tras su revisión y su pesaje, a los tanques de la Estación de Acuicultura Marina que el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental tiene en San Pedro de Pinatar y al Arca del Mar de la Fundación Oceanográfico de Valencia, para iniciar su cría en cautividad hasta alcanzar un peso que les permitiera aumentar su supervivencia frente a depredadores una vez devueltas a la naturaleza.

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