El obispo de la Diócesis de Cartagena-Murcia, José Manuel Lorca Planes vistió hoy, en Santiago de la Ribera, la Fundación Antón Jiménez, de la que es Presidente , acompañado por el alcalde de San Javier, Juan Martínez Pastor, y varios concejales del equipo de Gobierno.
Guiados por el delegado del Obispo en la Fundación, Francisco Tomás Mompó, visitaron la Casa de Apostolado "Jesucristo Redentor", un edificio de más de 2.000 metros cuyas obras ya han concluido, ubicado en Cánovas del Castillo, 75, en segunda línea de playa.
El edificio, concebido como un hotel, y dotado de 22 habitaciones dobles, con una amplia capilla, comedor, sala de descanso , lectura, y varias salas multiusos, abrirá sus puertas próximamente para convivencias, retiros espirituales, cursillos, encuentros o reuniones de grupo, a disposición de parroquias, movimientos apostólicos, y grupos de oración o apostolado, entre otros.
El alcalde de San Javier, Juan Martínez elogió la calidad, funcionalidad y estética de la obra realizada, y manifestó su satisfacción por contar con unas instalaciones que traerán visitantes a Santiago de la Ribera durante todo el año.
El obispo, José Manuel Lorca Planes destacó el entorno de las instalaciones, por la belleza de Santiago de la Ribera y sus vistas, ya que los usuarios de la "Casa", también hará uso de los servicios y recursos del lugar donde se encuentran. El Obispo, explicó que transcurrido el curso religioso, el edifico también abrirá sus puertas durante el verano, para retiros particulares, u otro tipo de cursos y actividades.
La Fundación Enrique Antón-Consuelo Jiménez, se creó por el deseo de Carmen Antón Jiménez que donó los bienes heredados de sus padres, en Santiago de la Ribera, con una amplia lista de condiciones, que se están cumpliendo religiosamente, explicó Francisco Tomás Mompó, siendo la principal, que estuviera presidida por el Obispo.
Además del solar donde se ha construido la Casa de Apostolado, la donación incluía dos viviendas en primera línea de playa, ubicadas en el paseo Colón. Una de ellas se ha dedicado íntegramente al culto, con la apertura de una capilla que en verano se queda pequeña, explica Francisco Tomás Mompó. Este verano, los oficiosos religiosos se repartirán entre las dos capillas, la de la vieja casa familiar, y la recién construida, con mayor capacidad.