Rebujitos, sevillanas y mucha marcha fueron los protagonistas en la noche del pasado sábado para los componentes de la comparsa Bora Bora de Santiago de la Ribera que celebraron por segundo año consecutivo las fiestas en honor a la cruz de mayo.
Las cruces de mayo o los mayos son una tradición ancestral con la que se recibe la llegada del buen tiempo y la primavera más cálida. En la Región esta fiesta se encuentra ligada a sus raíces más huertanas, aunque en muchos casos su celebración se acerca más a las costumbres andaluzas recreando con ella auténticos altares en honor al folklore de esas tierras.
Simpatizantes y componentes lucieron sus volantes pasando por la caseta instalada junto a su sede donde degustaron rebujitos y las diferentes viandas. Al filo de la media noche la salve rociera y los fuegos artificiales completaron por segundo año estos mayos aderezados con rumbas y sevillanas.