El Festival de San Javier siempre ha reservado un hueco para el teatro del Siglo de Oro, que este año llega representado por Lope de Vega y uno de sus títulos más señeros “Peribáñez y el Comendador de Ocaña”, representado por Noviembre Teatro, con dirección de Eduardo Vasco, un experto en Lope de Vega, y adaptación de Yolanda Pallín. Eduardo Vasco, que ha sido director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, no tiene dudas y afirma que “ofrecer los clásicos al espectador es una responsabilidad, pero también una cuestión de disfrute artístico”. Vasco rechaza “artificios o inventos epatantes” en la puesta en escena en la que reserva el primer plano para el actor y la palabra.
Yolanda Pallín, firma el texto de esta versión , adaptada a la actualidad pero sin perder de vista el original, en la que se pone de manifiesto el tono social que contextualiza los dramas de honor, con una sociedad estamental, dividida y segregada. Un escenario en el que parece inevitable una dolorosa defensa de la vida honorable para los que están más abajo en el escalafón social. La historia de Peribáñez y el Comendador de Ocaña es la del villano que se enfrenta al poderoso que no cede ante el abuso de poder, con un final dramático en el que Lope de Vega, como en Fuenteovejuna, lleva a sus personajes a apartarse del orden establecido para restablecer su dignidad.
Eduardo Vasco destaca la frescura y el verso ágil y bello de Lope de Vega así como su concepto del amor desmedido, poderoso y fugaz. Afirma que le gusta leerlo y llevarlo a escena y que admira su defensa de la dignidad de la persona por encima de las convenciones sociales sin olvidar “la maravillosa oportunidad de usar un castellano depurado y preciosista que parece brotar de los personajes sin dificultad”.
Rafael Ortíz, en el papel de Peribáñez; Isabel Rodes en el de su amada Casilda y Alberto Gómez en el del Comendador , encabezan un reparto de actores experimentados en el verso y el teatro clásico. Lorenzo Caprile se ha ocupado del vestuario de este montaje con coreografía de Carolina González y música y canciones del propio Eduardo Vasco. El montaje, de 80 minutos de duración fue estrenada a finales del pasado mes de enero el Teatro Calderón de Valladolid.