Arrojó los resultados de 0,65 y 0,66 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en sendas pruebas, siendo la máxima de 0,15 mg para conductores profesionales
Se la atribuye la presunta autoría de delito contra la seguridad vial
Acababa de cargar verduras en Torre Pacheco y tenía previsto realizar una segunda carga en San Cayetano para, posteriormente, transportar todo hasta Suiza
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha interceptado en la RM-19, a la altura de San Javier, a un camionero de un vehículo de gran tonelaje que, tras verificar que superaba con creces la tasa máxima de alcoholemia, ha resultado investigado y se le ha instruido diligencias como presuntos autor de delito contra la seguridad vial.
Los hechos tuvieron lugar en la carretera RM-19, que une el Puerto de la Cadena con San Javier, cuando una patrulla de motoristas del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Cartagena, que se encontraban realizando un control preventivo de alcoholemia y drogas a la altura del término municipal de San Javier, al requerir al conductor de un camión articulado para que se sometiera a las pruebas preceptivas, éste arrojó un resultado positivo en alcoholemia.
El conductor del vehículo de gran tonelaje arrojó en las pruebas de alcoholemia un resultado fue de 0,65 y 0,66 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, superando en más de cuatro veces la tasa máxima permitida, que en el caso de conductores profesionales es de 0,15 mg/litro.
Ante estas circunstancias, el camionero, que acababa de cargar verduras en Torre Pacheco, se dirigía a San Cayetano a realizar una segunda carga para completar el tráiler y, posteriormente, se encaminaba hasta Suiza a descargarla, fue investigado y se le instruyeron diligencias como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, por conducción superando las tasas reglamentarias establecidas de bebidas alcohólicas.
El investigado fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de San Javier, junto con las diligencias instruidas, para la celebración del correspondiente juicio por el procedimiento de enjuiciamiento rápido de determinados delitos. Hasta el punto de control se tuvo que desplazar otro conductor de la misma empresa para hacerse cargo del vehículo y de la mercancía.
El delito de conducción superando las tasas reglamentarias establecidas de bebidas alcohólicas, se encuentra recogido en el artículo 379 del Código penal y puede ser castigado alternativamente con penas de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad e 31 a 90 días y, en cualquier caso, con privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 4 años.
La Guardia Civil sigue reiterando su mensaje a aquellos conductores que de forma imprudente y temeraria, a pesar de las campañas y advertencias de la Dirección General de Tráfico, conducen después de haber bebido o tomado drogas, recordando que, sin perjuicio de la sistemática realización de controles preventivos ordinarios o especiales, se practicarán las preceptivas pruebas de alcoholemia y drogas a los conductores que sean denunciados por la comisión de infracciones, implicación en accidentes o aquellos otros en que se detecte su consumo en el curso de otras actividades de vigilancia e inspección que se lleven a cabo.
Estas actuaciones tienen la finalidad de concienciar a los ciudadanos de la incompatibilidad de estas sustancias con la conducción, dada la merma de reflejos y capacidades que para el control de los vehículos suponen, y garantizar así la seguridad vial en nuestras carreteras, evitando, de esta forma, la producción de accidentes de circulación y las graves consecuencias, que como en este caso pudieran haber acarreado, apelando para esta clase de transportes de mercancías pesadas cuyos conductores profesionales deben evitar ponerse al volante en estas condiciones.
Por otro lado, la Guardia Civil de la Región de Murcia quiere apelar a la conciencia cívica de la población para que, avisen al teléfono 062 (Guardia Civil) o 112 (Emergencias) o directamente a las patrullas en servicio, cuando se encuentran con situaciones anómalas o maniobras irregulares que den lugar a pensar que los conductores lo hacen bajo la influencia de drogas o alcohol, con la finalidad de poder adoptar las medidas policiales oportunas para que estos vehículos sean interceptados y comprobado si sus conductores se encuentran en las condiciones adecuadas para circular con garantías de seguridad, evitando el consiguiente riesgo.