Exposición de Torregar ÁGORA. Dioses y mitos en el Museo de San Javier

14.08.2024– 14.09.2024

EL ÁGORA DE TORREGAR  

En la antigua Grecia, Ágora (del griego àyopà) era el término por el que se designaba a la plaza de las ciudades- estado griegas. Un espacio abierto donde se daban cita los ciudadanos y que hacía las funciones de centro comercial, político y cultural de la vida social. Bajo este nombre, y con el subtítulo de Dioses y Mitos, Torregar (Ceutí, 1978) presenta una selección de obras de un proyecto mucho mayor en el que plantea una reflexión entre la cultura clásica y la pintura contemporánea. Una muestra que bebe directamente del mundo clásico grecolatino, sin cuya herencia, no se podría entender la sociedad y nuestra propia identidad como ciudadanos europeos. En ella, no sólo tienen cabida personajes mitológicos como sátiros o distintas representaciones de Venus, sino que Medusa, Mercurio, Atenea o el propio Zeus, se entremezclan con escritores como Homero o conquistadores como Alejandro Magno. 

La obsesión del artista por la idea del paso del tiempo, que le ha llevado en series anteriores a abordar cuestiones como la fugacidad de la vida o el concepto de eternidad, hace que en esta ocasión centre su mirada en el legado de la estatuaria clásica, que durante tantos siglos ha sido motivo de admiración, réplica, revisión y reinterpretación por parte de multitud de generaciones de creadores. Torregar, en un homenaje a unas obras por las que parece que no ha pasado el tiempo, revisita temas cargados de simbología, que nos dan muchas de las claves para entender el mundo en el que vivimos. Pero, no por ello, se limita a una mera aproximación respetuosa a la cuestión abordada, sino que, en su afán por explorar nuevas formas de representación, se desprende de los encorsetamientos asociados a determinados modelos de belleza en torno a la escultura clásica. En su transmutación al soporte bidimensional, se siente libre de llevarlo a su terreno y se apropia del tema con un lenguaje sumamente pictórico. Así, a través de la combinación de óleos, temples, acrílicos, aceites, barnices o tinta china y mediante un continuo proceso de construcción y destrucción de la materia pictórica, el artista deja atrás la maza y el cincel propias de la talla en mármol, y a través de pinceladas certeras, va dando forma a la pintura hasta conseguir los volúmenes de las esculturas sobre el soporte bidimensional. 

El crítico y ensayista John Berger, en su ensayo Modos de ver, y refiriéndose a los cuadros originales, frente a la reproducción de estos, plantea que “son silenciosos e inmóviles en un sentido en el que la información nunca lo es…pues en el original, el silencio y la quietud impregnan el material real, la pintura, en el que es posible seguir el rastro de los gestos inmediatos del pintor. Esto tiene el efecto de acercar en el tiempo el acto de pintar el cuadro y nuestro acto de mirarlo. En este sentido concreto, todos los cuadros son contemporáneos.” De alguna manera, Torregar parece exprimir al máximo este recurso, gracias a un tratamiento técnico y procedimental que pone en la propia corporeidad de la pintura su eje argumental. Se plantea cada obra como un campo de batalla en la que, a través de un complejo entramado de superposición de capas, traslada al espectador a su estudio, generando unas obras en las que simultáneamente se hacen visible el resultado y el propio proceso de creación.

En sus creaciones, las esculturas no siempre se manifiestan de una manera nítida, bien al contrario, en ocasiones parecen desvanecerse sobre el fondo o bien surgir de él. En otras tantas, dejan ver heridas o deterioros acaso provocados por los estragos del tiempo, a medio camino entre la figuración y la abstracción. Los cuadros son el resultado de un campo de experimentación y conquista pictórica en el que nuestro artista se recrea en los fondos y texturas a base de arrastrados y desconchados. Cada obra se muestra ante nosotros como un auténtico “yacimiento arqueológico” que deja ver distintas capas estratigráficas de pintura. A veces mostrando, a veces insinuando, pero dotando a estas nuevas esculturas de un insólito cromatismo alejándolas del ideal de belleza del blanco marmóreo con el que las hemos visto durante tanto tiempo. De este modo, Torregar les devuelve la policromía de la que gozaban originalmente para que podamos contemplarlas en su particular ágora. 

María Soledad Navarro Andreu
Comisaria de la exposición 

SOBRE EL ARTISTA: 

José Antonio Torregrosa García “Torregar” nace en Ceutí (Murcia) en 1978. Se licencia en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia en 2002, realizando el cuarto curso en la Academia di Belle Arti di Venezia gracias a una Beca Erasmus. Desde el año 2008 es profesor asociado de pintura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia, compaginando desde entonces su carrera artística con la docencia. Ha realizado exposiciones individuales en la Galería de la Academia lituana en Kaunas, el Museo Cristo de la Sangre de Murcia, Museo della Carta de Fabriano, Italia, Museo Regional de Arte Moderno en Cartagena, Fundación Casa Pintada de Mula, Iglesia de San Esteban en Murcia, Fundación Antonio Gala en Córdoba, Museo de Fuente Álamo, Museo de Jaén, Fundación Pedro Cano de Blanca, Museo del Quijote de Ciudad Real, Museo de Mula, Monte Pacis en Kaunas, Lituania, Museo Ramón Gaya,  la Sala La Capilla de la Universidad de Murcia o el Centro Párraga. 

SOBRE LA EXPOSICIÓN: 

Título: Ágora. Dioses y mitos. 

Autor: Torregar 

Comisaria: Mª Soledad Navarro Andreu 

Donde: Museo de San Javier. 

Fechas: Del 14 de agosto al 14 de septiembre 

Horario: De martes a viernes de 9:00 a 14:00 h y de 17:30 a 20:00 h. Sábados de 9:00 a 14:00 h 

Lunes cerrado. 

Dirección: Ctra. A Cartagena, s/n 30730, San Javier 

Vista parcial de la exposición en el Museo de San Javier
Vista parcial de la exposición en el Museo de San Javier
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